domingo, 4 de noviembre de 2018
Dar de nuevo
Un día vacío —como lo es cualquier domingo— el repiqueteo de un recuerdo me trajo hasta esta entrada. Ya no había registros de estas letras o ideas que en otros tiempos plasmé en esta pared impresionista. Pero de algún modo me hallé. Y quise volver a intentarlo. Por qué no. En este futuro espantoso que nos cierne el propio presente, no queda mucho más. He de volver a horadarme, he de volver a argumentar. El demonio no sabe de silencios.
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